Cuando realices una instalación limpia con la iso de Windows 8.1 es probable que algunos de los dispositivos, entre los que se puede encontrar el Bluetooth, no tengan los controladores adecuados. Lo mejor que puedes hacer es, en primer lugar, visitar la
página de soporte del fabricante de tu portátil, que en casi todos los casos te permitirá descargar los controladores necesarios. Guárdalos en un dispositivo externo, como un pendrive, y te servirán tras la instalación para poder instalar aquellos controladores
que no te haya incluido la propia instalación.
Lo bueno de este procedimiento es que pasas a tener un Windows limpio, sin todas las aplicaciones que los fabricantes te meten de serie en el equipo y que en gran parte de los casos son totalmente inútiles. Eso sí, si en lugar de usar el DVD de recuperación
propio del portátil vas a usar una iso estándar de Windows 8.1, asegúrate de tener a mano la clave de instalación correspondiente. La del portátil, aunque la tengas, normalmente no te va a valer, pues necesitará de un soporte de instalación OEM, que no tendrás
salvo que dispongas del propio del portátil, y en ese caso normalmente no necesitarás una clave.
Una opción alternativa es, si todavía te arranca el equipo, proceder a realizar una actualización gratuita a Windows 10 (usa la opción de eliminar todo, para lo que habrás guardado tus documentos previamente). Ese proceso convertirá la licencia de Windows
8.1 a Windows 10, y a partir de ahí podrás en ese equipo realizar instalaciones limpias de Windows 10 sin necesidad de clave que se activarán automáticamente.
Saludos
José Antonio Quílez
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